miércoles, 23 de noviembre de 2016

Guisantes con jamón

Otro bocazas que se apunta a la moda de comparar a España con los países ricos de nuestro entorno, eso sí, sólo en lo que le conviene. A principio de la semana pasada asistimos estupefactos a otra sesión estrambótica en el Congreso de los Diputados el día en que se hacía público el presupuesto del Parlamento, (nada, tan sólo 73 millones de euros). Pues bien, un diputado de la bancada socialista, uno de esos que participó en el acoso y derribo de su secretario general, no tuvo otra genial idea para justificar el gasto de esta millonada en afirmar que aquí sólo supone 3 euros por persona y año, mientras que en Francia y Alemania es mucho más. O sea, que para él no hay motivo para quejarse, mejor dicho, aún tendríamos que agradecerles que gastaran tan poco en coches oficiales, viajes, dietas, taxis, celebraciones, etc, etc. Pues bien, a “Cocina para novatos” le gustaría que cuando se afirmara sin ningún pudor que en Francia, Inglaterra o Alemania las cosas son más caras, también se dijera cuál es el sueldo medio en estos países, o qué tasa de paro soportan, o cuál es la calidad de sus servicios sociales, o cuál es la ratio de alumnos por aula, o qué tiempo de lista de espera tienen que aguanta para una intervención quirúrgica. En nuestro “campo” de la comida tampoco hay duda que comer en un restaurante en un país europeo es más caro que hacerlo en España, pero lo mismo que hemos dicho antes: que nos den sus sueldos y ya hablaremos. Además que sepan estos fácil-comparadores que en los supermercados, los productos llamados básicos, están a precios muy similares a los que pagamos en España. Cuando en un país la corrupción es comparada por los Organismos Internacionales con la de las exrepúblicas soviéticas, cuidadín que ya está bien de engañarnos.

Por menos de tres euros, de lo que según dicen nos cuesta de gasto mantener el Congreso (no se incluyen sueldos) vamos a preparar unos guisantes con jamón que quitan el hipo.

Ingredientes: Guisantes congelados (si los tenéis frescos mejor, pero va a ser que no), taquitos de jamón, tomate y cebolla. O sea, más o menos lo de siempre.



Primero. Este plato es tan fácil de preparar que con sólo ver las fotos habría más que suficiente. Como veis, cortamos la cebolla y la ponemos a sofreir a fuego lento, mientras en una olla ponemos agua a calentar.




Segundo. Cuando la cebolla ya esté en su punto, o sea blandita, añadimos el jamón, unas vueltas y podemos echar ya el tomate. Dejamos todo cocer unos 10 minutos. Esto lo hacemos sin perder de vista el agua, cuando comience a hervir ponemos los guisantes. 





Tercero. Ya está. Colamos los guisantes y los añadimos al tomate, damos un buen meneo para que todo se mezcle y los dejamos unos cinco minutos a fuego lento. Es un acompañamiento perfecto a cualquier carne.














A comer. Novatos este plato no os defraudará y ya habéis visto que es facilísimo de hacer. Animaos. Ya me contáis.



lunes, 7 de noviembre de 2016

Magdalenas caseras

¡Este es nuestro ídolo! "Cocina para novatos" ya ha encontrado un referente, una persona a la que imitar, un verdadero privilegiado. Un crack. ¡Sí señor!. No estamos hablando de Messi, ni Federer, ni Beyoncé, ni Pierre Lemaitre, ni Antonio López, ni... estamos hablando de Andy Hayler. Si no lo conocéis, que va a ser lo más probable, os diremos que se trata de un crítico gastronómico que trabaja en una revista especializada para "pijos", Elite Traveler. Según dicen, este señor es la única persona que ha sido capaz de probar todos los restaurantes tres estrellas Michelin del mundo en un año. Pero no una vez, el tío ha repetido la hazaña en cuatro ocasiones más.  Pensad lo que hemos dicho, ha viajado por todo el mundo para comer en los mejores restaurantes y además, cobra por ello. ¿Qué más se puede pedir?. Pues nada, que lo disfrute como nosotros vamos a disfrutar unas exquisitas magdalenas caseras.

Ingredientes: Por primera vez usaremos la báscula. En repostería todo el mundo insiste en que es fundamental. Ya veremos. El ojímetro nunca nos ha ido mal. 110 gramos de harina de repostería, 100 gramos de azúcar, 100 ml de aceite (de oliva suave o de girasol), 35 ml de leche entera, 5 gramos de levadura, 2 huevos, un poco de canela y zumo de limón  (unas gotas).



Falta la canela y el limón

Primero. Mezclamos en un bol grande los huevos y el azúcar. Poco a poco hasta que quede una pastita.

Nos van a salir aproximadamente 10 magdalenas

Segundo. Vertemos la leche, el aceite y las gotitas de zumo de limón en el bol y movemos bien.  Si tenéis una batidora eléctrica adelantareis bastante. Si no, a dar vueltas.

Si no tenéis práctica, cuidado que puede salpicar

Tercero. En un recipiente aparte habremos mezclado la harina con la levadura y la canela en polvo. Lo mezclamos y usando un colador lo vamos incorporando al bol. De nuevo a remover.


Harina, levadura y canela




El colador evitará los grumos en la masa












Cuarto. Cuando la masa esté totalmente homogénea la repartiremos en los moldes, papelitos, y al horno que previamente habremos calentado a 210 grados. 

Ya está casi terminado
¿Está claro?










No tiene que estar totalmente lleno


Quinto. Echamos un poco de azúcar por encima y al horno. Aproximadamente unos 15 minutos. Aunque lo mejor es que les vayáis echando un vistazo de cuando en cuando. Ojo, si habéis puesto mucha canela, evidentemente las magdalenas sabrán a canela. 



Poco a poco irán subiendo

El resultado final

Ya está, a comer. Novatos, intentadlo, están buenas. Aunque también están exquisitas las que venden en los supers, estas son más saludables, tienen ingredientes más naturales.

Hasta la próxima.