lunes, 9 de noviembre de 2015

Espinacas con vino blanco

Qué asco de calle. Hoy como tenía que hacer una compra bastante voluminosa he cogido el carro de la compra. ERROR. La faena ha sido mía para llegar al súper esquivando toda la porquería de origen canino (llámese también mierdas de perro) que hay por la acera. Todo el mundo que tiene perro dice que lo recoge, pues yo ya no se que pensar, me parece a mí que hay mucho mentiroso...  Por si fuera poco, en el único trozo en que podía ir más tranquilo casi me atropella una bicicleta, y es que en la acera el ayuntamiento de mi ciudad no ha tenido mejor idea que pintar unas rayas verdes con unos dibujos de bicicletas. Luego sale diciendo que han construido 20 km de carril bici urbano. No te digo. 

Mal se está poniendo la cosa para los peatones, muy mal. No quiero ni pensar cómo llegarán a casa la gente que va con carritos de niños o los minusvalidos que vayan en silla de ruedas. Seguro que se suben a casa algún "regalito". Señores del ayuntamiento, qué pasa, que ustedes no van andando por la calle o es que van a todas partes con coche oficial. "Cocina para novatos" quiere proponer que se haga un carril para peatones, por donde no circulen ni bicicletas, ni perros. Un carril por el que se pueda andar tranquilamente sin tener que ir mirando al suelo o pendiente de los ciclistas. Un carril por el que podamos ir a la panadería, a la verdulería, al súper...

Bueno, a lo que íbamos. Hoy vamos a preparar unas espinacas a la crema con vino blanco y jamón. Fácil y bueno. Como siempre, primero los ingredientes: Una bolsa de espinacas, taquitos de jamón, huevos, vino blanco, ajos y nata para cocinar (o leche evaporada denatada, para los que no queráis tanta grasa). También podéis poner queso rayado.



Lo de siempre. Fácil de encontrar

Primero: En una sartén grande ponemos el ajo picado. Un poco, y ya podéis poner las espinacas, parece que no van a caber, pero en un momento reducen y se quedan en "na". 






Segundo: Cuando ya esté la espinaca hecha, dos o tres minutos dando vueltas será suficiente, es el momento de retirarla. En el agüilla que han dejado ponemos el vino blanco y esperamos que evapore el alcohol.








Tercero: Cuando el líquido ha reducido (queda menos y está más cremoso) pondremos nuevamente las espinacas con el jamón. Damos vueltas y vueltas para que se mezclen los sabores.





Cuarto:  Llega la hora de la nata o similar. Todo junto, con un poco de pimienta, y de nuevo a remover. No es una bechamel, así que no os vais a cansar. 





Quinto: Ponemos la mezcla en un recipiente que aguante el horno, queso rayado (opcional) y un huevo encima. Como veis en la foto queda hasta artístico y eso que está puesto en un bol individual. 



Sexto: Unos veinte minutos al horno a 175º será más que suficiente. 


¿Cuál es el que no lleva queso?

Este sería el resultado final, más o menos:



No lo dudéis. Para lo fácil que es de preparar y queda muy bien. Lo ideal sería comerlo enseguida pero si no puede ser, de un día para otro aguanta genial. En definitiva, otra comida que se puede preparar para llevar al trabajo.



Hasta la próxima. Ya lo sabéis, a comprar mirando por donde pisáis y a cocinar. No es tan difícil y además parece que lo que hace uno es más bueno, o por lo menos le damos más valor. 

Un saludo para el italiano.

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