Una lupa por favor. Que alguien me explique si hay alguna norma o Ley que regule el tamaño mínimo que deben tener las letras en los envases de comidas. Si no la hay, que la pongan. En un país, un continente, en el que se regula sobre todo y por cualquier tontería no es de recibo que por mucho que forcemos la vista no podamos leer los ingredientes de los envases de la comida, o el tiempo de cocción, o simplemente la fecha de caducidad. Unas veces porque el tamaño es minúsculo, otras porque "casualmente" coincide con los pliegues del plástico o cartón, y otras por ser de color claro sobre fondo transparente. ¡Señores fabricantes! Respeten al consumidor, que todos no tenemos 20 años.
Por eso mismo, en otro gran trabajo de investigación "Cocina par novatos" buscó una lupa y empezó a leer. Y por culpa de la lectura, nos asaltaron la dudas y los miedos: Quien entiende el mensaje que aparece en los huevos, o quién realmente sabe lo que es un aditivo E-202 (¿será bueno, será malo?), y qué pintan las trazas de marisco en un paquete de pipas, y por qué le echan a la comida glutamato monosódico, y por qué está escrito todo en 10 ó 20 idiomas, y para qué sirve la lecticina de soja o los glucósidos de esteviol. Está claro, si todos los productos "escriben" sus ingredientes en letras minúsculas es sencillamente por nuestro bien, para que no podamos enterarnos de lo que estamos comiendo. O lo aceptamos o nos matriculamos en la facultad de química.
Donde no hay que matricularse es en la cocina. No tiene secreto, sólo es intentarlo y a triunfar. Hoy, como ejemplo de simplicidad y buen sabor, vamos a preparar un plato de cuchara: sopa de fideos con almejas. Fácil y resultón.
Ingredientes. Los que veis en la foto más el ajo, el perejil y el colorante, a saber: almejas, sepia, tomate, cebolla, pimiento verde, guisante, fideos y caldo (en esta ocasión repetimos con el de tetra-brick, pero si tenéis casero, mucho mejor).
Primero. Sin que sirva de precedente, vamos a preparar los ingredientes antes de ponernos a cocinar. Para empezar, cortamos las sepias en trocitos que quepan en la cuchara. También cortamos la cebolla y el pimiento más que menos.
Segundo. Para empezar lavamos lo mejor que podamos las almejas después de haberlas tenido mucho rato en agua con sal. Las almejas, lo más limpias que podamos las ponemos a hervir a fuego lento con un poco de agua. Cuando se hayan abierto, colamos el caldo y lo reservamos, seguidamente separamos la molla de las conchas.
Tercero. Ahora ya empezamos a cocinar. Sofreímos la cebolla y el pimiento verde. Cuando haya pasado un rato y veáis que la cebolla se ha quedado casi transparente añadís la sepia. Si comienza a echar espuma o agua no os asustéis, es hasta normal tratándose de sepia congelada.
Cuarto. Cuando la sepia ya esté frita y haya desparecido la espuma, ponemos el tomate y los guisantes. Mientras estos se hacen, en el recipiente para la batidora añadimos al caldo de las almejas un ajo y perejil. Picamos y Cuando esté el tomate ya frito, echamos la caldo-picada a la olla y el colorante.
Quinto. Es el momento de echar el caldo que, aunque no lo hayamos dicho antes, estaba calentando en otra olla. Dejamos que hierva todo unos minutos antes de añadir los fideos. Para este plato es mejor que sean gruesos o como mínimo medianos.
Sexto. Los fideos deben cocerse pero no quedar pastosos. De cuando en cuando vais probando. Al final añadís las almejas. Y ya está.
Ya lo sabéis, intentadlo que es facilísimo y queda un plato muy agradecido.
Hasta la próxima.
Por eso mismo, en otro gran trabajo de investigación "Cocina par novatos" buscó una lupa y empezó a leer. Y por culpa de la lectura, nos asaltaron la dudas y los miedos: Quien entiende el mensaje que aparece en los huevos, o quién realmente sabe lo que es un aditivo E-202 (¿será bueno, será malo?), y qué pintan las trazas de marisco en un paquete de pipas, y por qué le echan a la comida glutamato monosódico, y por qué está escrito todo en 10 ó 20 idiomas, y para qué sirve la lecticina de soja o los glucósidos de esteviol. Está claro, si todos los productos "escriben" sus ingredientes en letras minúsculas es sencillamente por nuestro bien, para que no podamos enterarnos de lo que estamos comiendo. O lo aceptamos o nos matriculamos en la facultad de química.
Donde no hay que matricularse es en la cocina. No tiene secreto, sólo es intentarlo y a triunfar. Hoy, como ejemplo de simplicidad y buen sabor, vamos a preparar un plato de cuchara: sopa de fideos con almejas. Fácil y resultón.
Ingredientes. Los que veis en la foto más el ajo, el perejil y el colorante, a saber: almejas, sepia, tomate, cebolla, pimiento verde, guisante, fideos y caldo (en esta ocasión repetimos con el de tetra-brick, pero si tenéis casero, mucho mejor).
Parece un bodegón |
Primero. Sin que sirva de precedente, vamos a preparar los ingredientes antes de ponernos a cocinar. Para empezar, cortamos las sepias en trocitos que quepan en la cuchara. También cortamos la cebolla y el pimiento más que menos.
La cebolla, cuando más pequeña, mejor |
La sepia es descongelada. Si fuera fresca sería ideal |
Segundo. Para empezar lavamos lo mejor que podamos las almejas después de haberlas tenido mucho rato en agua con sal. Las almejas, lo más limpias que podamos las ponemos a hervir a fuego lento con un poco de agua. Cuando se hayan abierto, colamos el caldo y lo reservamos, seguidamente separamos la molla de las conchas.
Con poca agua y a fuego lento |
Separamos la molla y reservamos el caldo |
Tercero. Ahora ya empezamos a cocinar. Sofreímos la cebolla y el pimiento verde. Cuando haya pasado un rato y veáis que la cebolla se ha quedado casi transparente añadís la sepia. Si comienza a echar espuma o agua no os asustéis, es hasta normal tratándose de sepia congelada.
A ojo, esto no es matemático |
Subimos un poco el fuego y añadimos la sepia |
Cuarto. Cuando la sepia ya esté frita y haya desparecido la espuma, ponemos el tomate y los guisantes. Mientras estos se hacen, en el recipiente para la batidora añadimos al caldo de las almejas un ajo y perejil. Picamos y Cuando esté el tomate ya frito, echamos la caldo-picada a la olla y el colorante.
De nuevo sacamos el ojímetro |
A medio picar |
Quinto. Es el momento de echar el caldo que, aunque no lo hayamos dicho antes, estaba calentando en otra olla. Dejamos que hierva todo unos minutos antes de añadir los fideos. Para este plato es mejor que sean gruesos o como mínimo medianos.
Que hierva unos minutos antes de añadir los fideos |
Como el caldo de tetra-brick tira a salado, no añadimos sal |
Sexto. Los fideos deben cocerse pero no quedar pastosos. De cuando en cuando vais probando. Al final añadís las almejas. Y ya está.
La foto es pésima, pero el sabor magnífico |
Ya lo sabéis, intentadlo que es facilísimo y queda un plato muy agradecido.
Hasta la próxima.
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