INDIGNACIÓN TOTAL. En mayúsculas. No se puede permitir lo que ha hecho la OMS, qué necesidad había en alarmar a la gente. Está claro que comer grandes cantidades de cualquier alimento, como hacer muchísimo deporte, o estar tumbado todo el día a la bartola, o leyendo poesía, o viviendo junto a un aeropuerto, o junto a una antena de telefonía ... es de alguna manera malo. Para eso no hay que hacer ninguna investigación científica. Pero de ahí a dejar entrever que el jamón produce cáncer... POR FAVOR. No voy a discutir si el estudio es técnicamente perfecto, pero las conclusiones hay que interpretarlas en su justa medida.
"Cocina para novatos" está a favor de cocinar lo más sanamente posible pero sin ridiculeces. Evidentemente no hay que abusar de las grasas, ni de los chorizos (ya abusan los políticos chorizos de nosotros), eso lo sabemos todos y no hace falta más comentario. Además, si alguien quiere pasarse con estos alimentos, quienes somos nosotros para prohibírselo, y quién es la OMS para asustarnos. Ya está bien. Apliquemos a la cocina, a la comida, la simple lógica natural de las cosas. ¿Qué persona medianamente cuerda va a comerse de una sentada 58 lonchas de bacon?
Y hablando del bacon. Como nos hemos enterado que es uno de los alimentos que se han puesto en el punto de mira de la OMS, vamos a iniciar una campaña en su defensa. En las próximas dos recetas lo utilizaremos. La primera será unos macarrones a la carbonara.
Los ingredientes son de nuevo sencillos de encontrar: macarrones, nata de bote, pedacitos de bacon, cebolla y champiñones. Luego cuando estén para comer les ponéis el queso, orégano o lo que os guste. El único dilema lo podéis encontrar a la hora de elegir el tipo de macarrón. Los hay de mil maneras: lisos, con estrías, grandes, pequeños, medianos, de colores, para vegetarianos, de diversos cereales... y luego piensa en el tamaño del envase, de medio kilo, de un kilo o de dos kilos. Es en ese momento cuando tu cabeza comienza a hacer números. "Si cojo los de dos kilos me ahorro 3 céntimos". Sabia elección: vas a estar comiendo macarrones durante meses. Vas a acabar de los macarrones hasta los...
Ingredientes muy fáciles de conseguir |
Primero: Mientras sofreímos la cebolla se irá calentando el agua. No hay más secreto. Si eres una persona cerebral, organizada, podrás ir haciendo otra cosa, por ejemplo ver la tele. Pero si eres el típico que se despista con cualquier tontería, será mejor que no pierdas de vista la cebolla.
Me parece que siempre usamos cebolla |
Segundo: Cuando tengamos la cebolla casi transparente es el momento de añadir el bacon. Le damos unos meneos y que se mezcle bien con la cebolla.
Esto es imposible que produzca cáncer. Imposible |
Tercero: Después de cortar los champiñones a vuestro gusto, y cuando el bacón comience a tostarse, los echamos a la cazuela. En unos pocos minutos estará todo a punto para añadir la nata. Mientras, supongo que el agua ya habrá comenzado a hervir. Pues ya sabéis: poner los macarrones y más o menos respetad el tiempo que se indica en el paquete. Aunque lo mejor es ir probándolos de vez en cuando.
Es el momento de poner la nata |
Pimienta a vuestro gusto |
Cuarto: Opcional: cuando pongáis la nata se puede añadir algo de pimienta o nuez moscada, o nada. Unas vueltas para que no se queme la nata y reservar.
Puede quedar con este aspecto |
Quinto: Una vez los macarrones estén escurridos en agua fría, podemos ya mezclarlos con la nata. Como en esta ocasión los hemos preparado para el día siguiente, ya pondremos el queso y el orégano antes de calentarlos.
Novatos, animarse a hacerlos. No cuesta nada y quedan muy bien. Pero si aún así no tenéis ni ganas de entrar a la cocina, siempre podéis pasar por casa de vuestras madres y "gorrear". A ellas no les importa.
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