¿Quieres que tú hijo coma pescado? "Cocina para novatos" te da la solución. Hoy vamos a preparar unas croquetas de merluza "camufladas" con jamón que están de vicio. Os advierto que es un plato fácil de cocinar pero que requiere su tiempo, y por qué no decirlo: músculo.
Las croquetas, si están medianamente bien hechas, son un manjar; da igual que sean de pollo, de cocido, de merluza, de bacalao... Aún no está documentado el caso de una familia que tuviera croquetas para cenar y no se las comiera todas. Si conocéis a alguien que haya cometido esa atrocidad que se ponga en contacto con Iker Jiménez.
Amigos de "Cocina para novatos" aquí tenéis los ingredientes que vamos a utilizar. Aunque algún día iremos al Mercado Central, hoy seguimos echando mano del súper más cercano.
Realmente el noventa y pico por ciento de las croquetas tienen bechamel, que como bien sabéis no es otra cosa que harina revuelta con un líquido al que se añaden tropezones. Por mucho que os digan: es eso. Luego haces bolitas o bastoncitos según la maña que tengas, los rebozas y los fríes. Y ya está. Pero vamos paso a paso.
Primero: Hervimos en poca agua unos trozos de merluza (si está congelada da igual). Para darle algo de sabor he puesto unos granos de pimienta y una hoja de laurel. -Opcional-. Ojo: no pongáis la bolsa entera, con tres trozos que estén bien hay bastante.
Segundo: Colamos el caldo y lo reservamos (dejamos a parte). La merluza la desmenuzamos. En esta ocasión como pensamos que hemos hecho poco caldo, añadiremos también medio vaso de leche. (Que me perdonen los profesionales de la cocina).
Tercero: Picamos media cebolla y hacemos el sofrito. A "ojímetro", cuando veáis que está poniéndose blandita es que ya ha llegado el momento de añadir los taquitos de jamón.
Esperamos a que el jamón coja color. Tampoco hay que ser ningún experto, y además, es muy, pero que múy difícil que el jamón se queme. Por ese lado no hay problema.
Cuarto: Comienza lo realmente complicado. Vamos a poner un par de cucharadas de harina. Como habéis visto en la foto de los ingredientes, seguimos decantándonos por la Maizena (es la única que tenía en casa). Un minuto, más o menos, dándole vueltas con el jamón y la cebolla y comenzamos a echar la mezcla de leche y caldo de merluza.
Quinto: Es el momento de mezclar los pedacitos de merluza. Más caldo-leche, y a remover. A remover, a remover. En esta ocasión estuvimos 25 minutos. La verdad es que la masa estaba demasiado líquida así que tuvimos la genial idea de poner más harina pensando que espesaría: ERROR. Comenzaron a salir bolitas blancas, lo que los entendidos llaman grumos, y hasta que no acabamos con ellos no pudimos parar. Al final salvamos dignamente la situación. Quedó la masa blanda, pero no hay problema: directo a la nevera.
Sexto: Después de un buen rato en el frigorífico ya podemos manipular la masa. Dependiendo de la gracia que cada uno tenga le saldrán mejor o peor. Pero como no son para un concurso, da igual. Lo importante es el sabor y estás quedaron de categoría. Bueno lo de siempre: pasarlas por huevo, pan rallado y al aceite.
No sobró ni una. Ya os lo decía yo, es imposible que estando más o menos normales se quede alguna en el plato.
Animaros y hacedlas, la combinación de jamón y merluza es espectacular.
Hasta la próxima.
Las croquetas, si están medianamente bien hechas, son un manjar; da igual que sean de pollo, de cocido, de merluza, de bacalao... Aún no está documentado el caso de una familia que tuviera croquetas para cenar y no se las comiera todas. Si conocéis a alguien que haya cometido esa atrocidad que se ponga en contacto con Iker Jiménez.
Amigos de "Cocina para novatos" aquí tenéis los ingredientes que vamos a utilizar. Aunque algún día iremos al Mercado Central, hoy seguimos echando mano del súper más cercano.
La merluza es congelada. ¿Qué pensabais? |
Primero: Hervimos en poca agua unos trozos de merluza (si está congelada da igual). Para darle algo de sabor he puesto unos granos de pimienta y una hoja de laurel. -Opcional-. Ojo: no pongáis la bolsa entera, con tres trozos que estén bien hay bastante.
La merluza se cuece en un momento |
Aún hay que desmenuzarlos más |
La cebolla con la leche y el caldo al fondo |
El jamón vale para todo |
Cuarto: Comienza lo realmente complicado. Vamos a poner un par de cucharadas de harina. Como habéis visto en la foto de los ingredientes, seguimos decantándonos por la Maizena (es la única que tenía en casa). Un minuto, más o menos, dándole vueltas con el jamón y la cebolla y comenzamos a echar la mezcla de leche y caldo de merluza.
Es importante que la harina no se queme |
Ponemos un poco de líquido y a remover |
Echando los trozitos de merluza |
Mover y mover |
Que enfríe un poco y a la nevera |
Nota: el aceite no era de oliva |
Así quedaron: varios tamaños y varias formas |
No sobró ni una. Ya os lo decía yo, es imposible que estando más o menos normales se quede alguna en el plato.
Animaros y hacedlas, la combinación de jamón y merluza es espectacular.
Hasta la próxima.
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