¡Qué burrada! Todos sabíamos que una lata de refresco contenía mucho azúcar, es más, las marcas no lo ocultan, se puede leer impreso en la propia lata. Pero de conocer la cifra, 35 gramos, a visualizar el volumen que realmente ocupa esta cantidad de azúcar hay mucha diferencia. 35 gramos equivale, nada más y nada menos que a 8 cucharaditas de azúcar, una montañita. ¡En una sóla lata! En los países del mal llamado primer mundo existe un gran problema con la obesidad, con ver los programas americanos que emiten por la cadenas españolas, los de subastas, embargos, empeños, etc se llega fácilmente a la conclusión que algo falla en los hábitos de alimentación de estas poblaciones. Europa, como no, no se ha quedado atrás y ya contamos con una elevada tasa de obesidad infantil (vulgarmente llamada: niños gordos).
Viendo la cantidad de azúcar que están engullendo los angelitos cada día no nos extraña. Imaginad por un momento la situación: un viernes normal. El niño desayuna en casa, un vaso de leche y alguna bollería industrial (no hace falta que sea excesivamente guarrindonga, una magdalena por ejemplo). Al almuerzo se come un bocata de nocilla (perfecto pero seguimos sumando grasas y azúcares); a la hora de la comida en el comedor escolar a saber qué les ponen. Sale del colegio y se va a un cumpleaños, de esos que hacen ahora que parecen mini-bodas, con merienda (refrescos azucarados, chuches, patatas fritas, hamburguesas, más refrescos, tarta, gusanitos, más chuches....) disfraces y demás tonterías. Se hacen las nueve y el niño lleva encima medio kilo de azúcar y otro medio de grasas de diferentes orígenes. Si luego además se trata de un niño no muy movido nos encontramos con un claro candidato a tener problemas de salud. La solución pasa única y exclusivamente por informar y educar en hábitos sanos. Que el tabaco es malo ya lo sabe todo el mundo, luego cada uno con su cuerpo que haga lo que quiera o lo que pueda, pero ningún fumador al que le detecten en la actualidad un cáncer de pulmón podrá decir: "Me han engañado".
A eso tenemos que llegar con el azúcar, (no a tener cáncer), sino a ser conscientes de lo peligroso que puede ser su consumo exagerado y para ello no sería nada descabellado que en las latas se advirtiera de los males que puede producir su abuso, al igual que el "fumar mata", podía poner "beber esta lata como mínimo engorda, y mucho" y se debería acompañar de fotos de gordos y gordas feos. Eso sí, "Cocina para novatos" no conoce ningún gobierno que se atreva a plantar cara a Pepsi y Coca-cola (por nombrar alguna marca).
Lo que sí es sano y natural es el plato que hoy vamos a cocinar: pimientos rellenos de arroz. Ingredientes: Pimientos rojos, arroz, trozos de magro de cerdo, cebolla, pimiento verde, caldo (tetrabrick caldo vegetal), tomate de bote, perejil y ajos.
Primero. Esta receta realmente se trata de un arroz medio hecho que se acaba de hacer dentro de los pimientos. Vamos paso a paso. Antes que nada cortaremos los trozos de cerdo en pequeños "cubitos" y los maceraremos con una "picaeta" de ajo perejil y aceite. Lo revolvemos todo junto y dejamos un par de horas en el frigorífico para que vayan mezclando los sabores.
|
La carne a punto de entrar en el frigorífico.
Allí estará un par de horas |
Segundo. Cortamos la "tapa" de los pimientos y los limpiamos bien por dentro. Cortamos la cebolla y el pimiento verde en trozos muy pequeños.
|
Los pimientos limpios, esperando el momento de ser rellenados |
|
La cebolla y el pimiento verde
se corta muy fino |
Tercero. Ponemos en una paella a sofreir la carne. Luego de unos minutos añadimos la cebolla y el pimiento verde.
|
La carne, lo primero |
|
Cuando la carne ha cogido color echamos la cebolla y el pimiento verde |
Cuarto. Unos minutos de fuego y añadimos el tomate rayado. Mientras habremos puesto el caldo a hervir. En esta ocasión, como casi siempre, de tetrabrick sabor verdura.
|
El caldo en el fuego |
|
Echamos el tomate y removemos todo a la vez |
Quinto. Cuando haya cogido el color adecuado pondremos el arroz. una tazita por pimiento, más o menos.Pondremos el colorante y daremos unas vueltas antes de añadir el caldo hirviendo.
|
El sofrito es la clave del éxito |
|
El arroz, y a remover antes de echar el caldo |
Sexto. Una vez hayamos echado el caldo no hay que esperar a que el arroz se haga del todo. No. Se trata de que cuando esté medio hecho se retira y se rellenan los pimientos. Es el momento de poner el horno a calentar a unos 185 grados, más o menos.
|
El arroz antes de consumirse el caldo |
|
El arroz a medio hacer, a punto
de rellenar los pimientos |
Séptimo. Llega el momento más esperado. El de rellenar los pimientos. Que no cunda el pánico. Con una cuchara normal es facilísimo.
|
El arroz está medio hecho |
|
Los cuatro pimientos antes de entrar al horno. La tapa se clava con palillos |
Octavo. El tiempo de cocción será de unos 25 minutos o un poco más. Con el agua que suelten los pimientos se acabará de cocer el arroz.
|
El resultado final: buenísimo |
Esta receta es de las más elaboradas que hemos hecho, pero vale la pena. Y si no os atrevéis todavía, no pasa nada, hoy es martes y una pizzería muy famosa tiene grandes descuentos; y si eso tampoco os va, volved a casa de vuestra madre.
Hasta la próxima