¡Más higiene y menos asustar! El otro día compré en el súper una bolsa de verdura congelada, y no sé por qué me detuve a mirar las indicaciones llamándome la atención la advertencia de que podía contener trazas de huevo, pescado, crustáceos, apio, soja, huevos, frutos secos y mostaza. ¿Qué? ¿Qué quiere decir esto? Pues sencillamente que el fabricante en las mismas instalaciones congela o elabora otro tipo de productos y para "curarse en salud" advierte a los alérgicos y celiacos de las posibles contaminaciones que pueden darse.
En principio esta advertencia, aviso, es correcta evitándose complicaciones mucho peores, queremos pensar que pensando en la salud de los consumidores y no en las indemnizaciones que debería pagar si alguien enfermara por el consumo de su producto contaminado. Vale se acepta cualquiera de las dos razones, lo que no es de recibo es que el mismo fabricante dude de la higiene de sus instalaciones. Oiga señor fabricante, dedique más tiempo, más dinero y más trabajo en tener unas máquinas y herramientas impolutas. Póngase en el caso de una persona que tiene alergia, por ejemplo a las gambas. ¿No es por sí ya suficiente desgracia que ahora tampoco va a comer tranquilamente unas verduras congeladas?. Seamos serios, y sobre todo más limpios.
Bueno la receta que hoy os proponemos es la más simple de todas las que hemos cocinado en estos últimos cuatro meses. La verdad es que hemos dudado en publicarla pero una conversación con uno de nuestros lectores más novatos ha echo saltar todas las alarmas. Os cuento. El amigo, un recién llegado a la cocina, intentó preparar las hamburguesas de merluza. La masa, más o menos, le salió, pero en vez de asarlas las puso en la freidora. ¡ERROR!, tanto de nuestro lector, como del que escribe. Eso sencillamente quiere decir que no se explicó bien la receta pues se daba por entendido que todo el mundo sabe que había que usar la "torraora". Así que hoy, en penitencia vamos a preparar unas hamburguesas a la plancha (torraora).
Ingredientes. Las hamburguesas, tomate, lechuga, queso, pan y para darle un poco de gracia, jamón serrano.
Primero. Fundamental calentar la plancha. No a una temperatura excesiva pero que no esté suave (7 sobre 10). Ponemos unas gotitas de aceite y las hamburguesas (para los muy novatos: quitad el plastiquito que las protege).
En esta ocasión preparemos dos hamburguesas de ternera y dos de espinacas |
Evidentemente no se hacen en freidora, ni al horno |
Segundo. Pasados unos minutos, les damos la vuelta y ponemos el jamón también en la plancha.
Un comensal no quería jamón. El se lo pierde |
Tercero. Cuando casi estén hechas, (lo notaréis por el color), ponemos el jamón sobre las hamburguesas y sobre éstas el queso.
La foto es malísima, pero os aseguro que son las hamburguesas de antes con el queso encima |
Cuarto y último. Si queréis el pan tostado es el momento de ponerlo. Además cortamos un tomate en rodajas y sacamos un poco de lechuga de la bolsa. Cada uno luego añadirá el ketchup, la mostaza, el alioli, la mayonesa o lo que quiera.
Ya están casi acabadas |
La lechuga le da frescor |
Cualquier tipo de pan vale |
Ya lo sabéis. No hay ningún secreto. Si las hamburguesas son de una carnicería, carnicería, no de una bandejita del súper el resultado es espectacular.
Hasta la próxima.
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