viernes, 29 de abril de 2016

Dorada con patatas

¡No nos cabe el bañador! Así es, y eso que hemos seguido durante todo el invierno las recomendaciones de los expertos en alimentación. Comenzando con los productores de fruta y verduras que aconsejan 5 piezas al día. Luego los de pescado: tres o cuatro veces a la semana. Los de lácteos, uno o dos vasos al día o un trozo de queso, un yogurt o similar. Y como no, los de carne, si es roja, unos tres días a la semana, si es pollo o pavo puede ser incluso más, ah, y no olvides la carne blanca, la de cerdo: sin problemas, es súper sana, no os cortéis. Postres o tartas una o dos veces como mucho. Pasta, si no ponéis muchas salsas es sanísima. El aceite de oliva, es el mejor, sin problemas. Legumbres, casi a diario, desde lentejas, garbanzos, alubias... Y no os olvidéis de las latas, ahora se han vuelto a poner de moda, sus productores afirman que mantienen todas las propiedades del producto natural. Ojo, tampoco dejéis de lado el pan, con moderación pero consumirlo a diario, aunque sea muy poco. Y qué decir de las bebidas. Agua sobre todo, pero como nos gusta hacer caso a los amantes del vino resulta que una copita en las comidas es hasta saludable. Y las cervezas qué, una o dos a la semana no hacen ningún daño. Pues bien, "Cocina para novatos" ha seguido al pie de la letra estas indicaciones y el resultado no ha podido ser más desesperanzador: no nos cabe la ropa de verano. El próximo invierno nos vamos a abandonar a ver si tenemos más suerte y la báscula no se ríe en nuestra cara.

Hoy vamos a preparar una dorada al horno con patatas. ¿Fácil? Sí, más fácil imposible. Los ingredientes a utilizar son cuatro: la dorada, patatas, cebolla, y tomates. Sal y aceite.

Primero. Calentamos el horno a 190º. Mientras pelamos y cortamos las patatas en rodajs de unos tres o cuatro milímetros de grosor. Cortamos dos tomates en trozos y una cebolla. Un buen chorro de aceite y al horno.



Segundo. Después de unos veinticinco minutos las sacamos y ponemos sobre ella la dorada. Habremos dicho al pescadero que nos la limpie, abra y quite la cabeza. Añadimos sal y aceite y otros veinte o veinticinco minutos al horno.

La dorada es de piscifactoria. Igual da gran resultado

Las patatas ya están a medio cocer

Ponemos el pescado encima, sal y aceite
Tercero. Ya está. A servir. Dependiendo del tamaño de la dorada, en este caso va bien para dos personas o tres si antes coméis algo más.

Sano a más no poder. Podéis quitar las partes más
quemadas de la cebolla
Pescado fácil de preparar y súper sabroso. Animaos. El resultado vale la pena. Novatos ya no hay excusa para no comer pescado.

Hasta la próxima.

viernes, 22 de abril de 2016

Macarrones a la marinera

¡Qué asco! No penséis que somos como Van Gaal: "siempre negativos". No, ni mucho menos, pero nos negamos a aceptar, ni tan siquiera vamos perder un segundo en escuchar a estos pseudo-científicos-economicistas-cocineros que afirman que una de las soluciones para acabar con el hambre en el mundo está en la cría de ratas para su consumo humano. Hasta aquí hemos llegado. Una cosa es que por necesidades extremas de supervivencia uno se vea obligado a hincar el diente a un roedor y otra cosa muy distinta es planificar su producción con vistas a salvar a una gran parte de la población del planeta. Está claro que las ratas se reproducen a lo bestia y que su carne no tiene por qué ser mala. ¿Pero no hay otro modo de conseguir que toda la gente pueda comer?. Pónganse a pensar. "Cocina para novatos" les da una idea: Se expropia todo el dinero que hay en los paraísos fiscales, con estos fondos se investiga y se llevan a cabo proyectos por todo el mundo para explotar la tierra de forma ordenada de modo que pueda producir más y esta producción se distribuya mucho mejor. Ya está solucionado. Y no hace falta que se fabriquen granjas de ratas. Sólo de pensarlo se nos remueve el estómago. Aunque pensándolo bien, qué es mejor, un estofado de rata o una tortilla de grillos. Al final acabaremos todos vegetarianos.

Viernes. Toca pasta. Vamos a preparar unos macarrones a la marinera. La gracia del plato está evidentemente en la salsa de tomate y marisco.

Ingredientes. Calamar, mejillones, gambas peladas, cebolla, macarrones y tomates naturales. Sin que sirva de precedente en esta ocasión no usaremos el tomate triturado de bote. Igual se puede, que nadie se asuste.

Las gambas parecen más grandes por un efecto óptico

El tomate está maduro


Primero. En una cazuela sofreímos la cebolla cortada a trozos pequeños. Mientras está al fuego preparamos el tomate para ello los partimos por la mitad, les quitamos las pepitas y los rallamos. Cuando la cebolla esté casi transparente añadimos el calamar también troceado.

Con la cebolla no hay que tener prisa
El calamar cogerá el punto en un par de minutos

Segundo. Que no se nos olvide. En otra cazuela herviremos la pasta siguiendo las indicaciones del fabricante. Que no se pase o quedará una pasta pastosa.

Tercero. Añadimos a la cazuela de los calamares el tomate rayado. Dejamos unos minutos al fuego y echamos los mejillones. Cuando empiecen a abrirse ponemos las gambas (deben estar descongeladas y con el menor agua posible). Un par de vueltas, unos minutos al fuego y ya está echo lo difícil.





Cuarto. Servimos el plato. Sobre la pasta cocida añadimos la salsa marinera, procurando que a todos los comensales les toquen gambas y mejillones. Un poco de perejil picado u orégano y ya tenemos el plato preparado.



Como es habitual en este blog, el apetito ha ganado a la fotografía. De nuevo se nos ha olvidado inmortalizar el plato listo para servir a la mesa. Que se le va a hacer. Otro día será. 

Hasta la próxima




lunes, 18 de abril de 2016

Macedonia de frutas

Consejos, sí, pero los justos. El desayuno es la comida más importante del día. ¿Verdad o mentira?. Cuando todos los dietistas, nutricionistas y médicos en general lo afirman será cierto, pero ¿está nuestro ritmo de vida adaptado para levantarnos, asearnos, preparar un zumo natural, unas tostadas, unos huevos, un café... arreglar a los hijos, prepararles el almuerzo, obligarlos a beberse la leche,  llevarlos al colegio, meternos en un atasco y llegar a trabajar a la hora? Ciertamente "Cocina para novatos" no conoce a nadie que sea capaz todos los días de prepararse un buen desayuno y tomarlo con calma. También dicen los médicos que hay que comer 5 piezas de fruta al día. Vale. Pero quién lo cumple. Un día puedes esforzarte, pero es un hábito muy difícil de cumplir y además caro, y por si fuera poco ¡qué difícil se está poniendo para encontrar fruta de calidad¡.

Ya está bien de dar consejos que sólo unos pocos puedan cumplir. Lo normal no es disponer de media hora para desayunar, ni de tener un trabajo en el que puedas estar comiendo fruta todo el tiempo, o de disponer de una hora para pasear todos los días, o de evitar las comidas preparadas, o... Si la salud es lo que realmente importa que nos den a todos un buen sueldo que nos permita vivir sin prisas y verán cómo todos tenemos más tiempo para cuidarnos, para comer sano y hacer deporte. Si esto no puede ser, por lo menos que no nos hagan sentir culpables. Cada uno hace lo que puede.

Como hemos hablado de fruta y en este blog casi nunca hemos preparado un postre, hoy vamos a elaborar el más sencillo del mundo pero a la vez uno de los más sabrosos: una macedonia de frutas con zumo de naranja. La clave del éxito está en los ingredientes, en su calidad y en esta ocasión no podemos fallar: fresones de Lepe, plátanos de Canarias, manzanas de Lérida y naranjas de Castellón. Triunfo asegurado.



Primero. Preparamos el zumo de naranja. En esta ocasión como se está acabando la temporada de la naranja utlizamos la variedad navelate, también conocida por ser la reina de las naranjas. Hay gente que piensa que utilizarla para zumo es un pecado. ¡Pues llamadme pecador!.

Sencillamente espectacular
Segundo. Cortamos la fruta en trozos pequeños, pero no diminutos. y los agregamos al zumo. No añadimos nada de azúcar. Dejamos unas horas en el frigorífico y a servir. 


Ligero y saludable

Evidentemente podéis utilizar la fruta que tengáis más a mano, peras, melocotones, kiwis... pero el zumo de naranja no lo suprimáis. 

Hasta la próxima






viernes, 15 de abril de 2016

Guiso de ternera con patatas

¿Es internet el nuevo hábitat de los timadores? ¿Cómo hay gente que se atreve a publicar en páginas web o blogs listas con los diez mejores restaurantes para comer patatas bravas, o las mejores pizzerías de España, o los bares donde se sirve el mejor vermut casero, o listados de los locales con las mejores tortillas de patatas, o... Pero ¿alguno de estos gurús de la nueva cocina-informática-pseudoperiodística ha sido capaz de visitar los más de 220.000 establecimientos hosteleros (bares, restaurantes, tascas y similares) que hay en España para afirmar que en el local de tal calle de tal ciudad es donde mejor se come la paella?. Vamos, vamos, ya está bien de engañar a la gente. No somos tontos y sabemos que detrás de estas listas se ocultan intereses económicos y amiguismos. Incluso ha quedado demostrado que las opiniones de los clientes de muchas de estas páginas de buscadores de restaurantes son falsas. Más seriedad por favor. La cocina, la restauración se merece un respeto, desde los profesionales que están al otro lado de la barra hasta llegar a los críticos pasando, como no, por los clientes.

 "Cocina para novatos" no se fía de nadie y más después de haber leído diversos artículos en los que, (de ser verdad lo que manifiestan los dueños de los restaurantes)  prueban que nos encontramos ante un nuevo tipo de estafa: el timo 2.0. Varios locales han denunciado que diversos comensales, a la hora de pagar y después de haberse pegado un festín considerable, reclaman la presencia del dueño del establecimiento para informarle que son los propietarios de una página web o blog dedicado a la crítica gastronómica. Hacen ver al dueño que a partir de ese momento, si no les invitan, su local aparecerá desprestigiado y con comentarios muy negativos en sus publicaciones lo que llevaría a que la gente se lo pensara mucho antes de reservar. Evidentemente algunos restauradores se han negado a la presión y lo han denunciado, pero ¿cuántos, sobre todo los que acaban de abrir, no habrán "tragado" con las pretensiones de estos caraduras-sinvergüenzas?. Por eso mismo, internet sí por supuesto, pero sin creernos todo lo que nos dicen. Que sepáis que para consumir en 220.000 bares, a una media de 30 minutos por visita, dedicándole 8 horas diarias durante 5 días todas las semanas, necesitaríamos aproximadamente unos 52 años para acabar la primera "ronda". Ojo al dato. A ver quién es el listo de afirmar ahora en qué lugar de España se sirve la mejor ensaladilla rusa.

No sabemos si es la mejor receta de ternera con patatas, ni lo pretendemos. Sólo sabemos que para los verdaderos novatos es fácil de elaborar y el resultado es muy agradable. Comida de cuchara con "presencia" y personalidad. 

Ingredientes: Los que veis en la foto, o sea, los actores principales son los tacos de ternera y las patatas; y los secundarios los de siempre: tomate, cebolla, guisantes, zanahoria, vino blanco, pimienta y romero.

Nunca nombramos el aceite de oliva, pero es fundamental.
No busquéis los guisantes, están en el congelador
Primero. Sofreímos la carne unos minutos dándole vueltas para que selle por todos los lados. Cuando esté medio frita, la sacamos y "reservamos".



Se puede salar ya la carne
En esta ocasión utilizamos una olla express,
pero no es imprescindible










La apartamos hasta luego











Segundo. En el mismo aceite añadimos la cebolla y la zanahoria cortadas a trocitos pequeños. La zanahoria debe "caber" en la cuchara. Paciencia, deben sobreir, pochar, o como queráis decir hasta que veamos que la cebolla se ha quedado casi transparente. En ese momento agregamos el tomate rayado (de bote).

Las verduras necesitan su tiempo

El tomate es fundamental, pero no hay que pasarse

Tercero.  Añadimos un buen chorro de vino blanco, algo así como un vaso. Seguidamente, no es necesario que el alcohol haya evaporado del todo, agregamos la carne y los guisantes. Esperamos unos minutos mientras todo hierve. Tiempo que aprovechamos para perlar y cortar las patatas. Realmente más que cortarlas las chasqueamos (medio cortada, medio rota para que suelten almidón y espesen el guiso).

Si el vino es bueno mejor, pero si no el que tengáis

Huele que alimenta
Cuarto. Es el momento de añadir las patatas, agua o caldo suave, cerrar la olla expres y esperar unos veinte minutos. 

Si que es conveniente buscar
 una buena patata, cosa por
 otra parte cada vez más difícil
Tapar, y a esperar
















Ya está no hay más secreto. Animaros a prepararlo. Vale cualquier tipo de carne, no hace falta que sea ternera. Incluso con tacos de pavo queda muy bien. 


Hasta la próxima. Ya sabéis, todo lo que aparece en internet no es cierto, a excepción de este guiso.

martes, 12 de abril de 2016

Arroz caldoso de sepia

¡No confundamos a la gente! Resulta que ahora el brócoli es un súper-alimento. Ja, ja y ja. No vamos a discutir sus grandes cualidades si hablamos de cuidar la salud, bien como antioxidante, para evitar el colesterol, como aporte de vitaminas, fortalecedor de las defensas, etc, etc. Pero este no es un blog de medicina, es de comida y como comida, comida, pues que quieren que les diga, hay miles de productos más sabrosos, más placenteros para el paladar. Así que cuando se hable del brócoli como un súper-alimento, por favor, que se haga en términos nutricionales y de salud, y no en el campo de la restauración. Sólo un apunte, ¿cuántas de las recetas que podéis encontrar elaboradas con el brócoli, no se acompañan de otro ingrediente más sabroso para "camuflar" precisamente a esta col?. Esto no quiere decir que no debamos seguir consumiéndolo, pero que no nos engañen: la mayoría lo haremos porque es beneficioso para nuestro organismo, pese a que el paladar "sufra".

"Cocina para novatos" es de la opinión que con la multitud de investigadores y científicos que hay en todo el mundo algunos deberían ocuparse en "crear" el verdadero súper-alimento. Un producto que tuviera los beneficios de los alimentos más saludables para el organismo, no engordara sin importar la cantidad que se comiera y que tuviera un sabor y un aspecto agradable. Imaginad qué placer para una persona que le gustara mucho el sabor de las gambas y a la vez le encantara la textura de la piel del pollo a l'ast. ¡Qué no daría esta persona por un súper-producto con forma de plátano que una vez pelado tuviera el sabor de la gamba de Denia con la textura de la piel tostada y aceitosa del pollo asado. Y además sin engordar!. Cada uno que imagine su "guarrería".

Aprovechando que nuestro pescadero de confianza, el gran Pedro Adolfo, nos ha aconsejado la sepia sucia acabada de llegar de la lonja, vamos a preparar un arroz caldoso que "quita el hipo".  Los ingredientes son el arroz, alcachofas, judías, guisantes, pimiento, cebolla, gambas (una por comensal, como siempre, así se evitan discusiones), caldo de pescado y un par de sepias.

Falta la cebolla y los guisantes
A una gamba le falta la cola, pero da igual

Espectacular. Producto de primera calidad



Primero. Sofreímos las gambas. Cuando estén en su punto y hayan dejado todo su sabor en el aceite las retiramos y las guardamos para después. Llega el momento de decidir si ponemos o no cebolla, al final la incluimos en el plato. Un poco de cebolla cortada muy fina a sofreir en el aceite de las gambas. Cuando empiece a transparentar añadimos el pimiento verde y  ponemos un ajo troceadito. Unos minutos que aprovechamos para limpiar bien las alcachofas y cortar las judías.





Segundo. Es el momento de añadir la sepia y las judias verdes. Dejamos, con paciencia que se sofría todo antes de agregar el tomate rayado (en este caso, como siempre, de bote). Es el momento también de echar los guisantes. Mientras todo se sofríe, calentamos el caldo. Aproximadamente litro y medio para cuatro personas de buen comer.

El tiempo lo marcará la sepia

La clave está en el sofrito
No mentimos, el caldo es de tetrabrick



Tercero. Llega el momento de echar el arroz. En esta ocasión hemos encontrado un paquete en el supermercado que indica que es ideal para arroces caldosos. Vamos a probarlo. Ponemos la cantidad que creamos adecuada según nos guste más o menos caldoso. Lo rehogamos todo con el sofrito del tomate, la verdura y la sepia. Añadimos colorante. Un par de meneos y añadimos el caldo caliente. Ahora, a dejar pasar el tiempo. No hay que precipitarse pero tampoco dormirse.





Que no se nos olvide poner las gambas cuando empiece a hervir 

Ya está no hay más secreto. Es una receta que ya conocemos de otras veces, cambiando la sepia y las gambas por el bogavante y los calamares, pero no nos cansamos de hacerla. Atreveos novatos, es un auténtico manjar. Hoy sí que nos hemos acordado de fotografiar el resultado final (no muy estético pero somos así)


Hasta la próxima.

viernes, 8 de abril de 2016

Potaje "light"

¿Dónde está el truco? Nada que no hay manera, "Cocina para novatos" acaba de volver del Sur de España tras realizar un trabajo de campo sin encontrar la solución a la pregunta que nos ronda por la cabeza desde hace años. ¿Cómo es posible que en el Sur pidas una cerveza, te pongan una tapa, y aún así la consumición te salga más barata que en el Norte?. Y no estamos hablando de unas patatas de bolsa o unas aceitunas, nos referimos a un platito de magro con tomate, boquerones, pincho, calamares, paella... o sea, tapas de cocina. Así da gusto tomarse unas cuantas cervecitas. 

Cocina para novatos propone al Ministerio correspondiente (¡no hay uno dedicado a la hostelería con la de riqueza y puestos de trabajo que genera este sector!) que obligue a los bares, tascas, terrazas, etc, a poner un cartel bien grande en sitio visible que indique si sirven tapa con la bebida. Es fundamental saberlo antes de sentarse en la mesa. No se puede ir a ciegas en un tema tan delicado. Ahí nos podríamos dar cuenta de la verdadera calidad del local, del cocinero. Sería una forma de dignificar una profesión a la que se le está perdiendo el respeto. Todo el mundo no vale para llevar un bar y la forma más fácil de comprobarlo sería degustando una tapita con una cerveza bien fresca. Llega el calor y es lo que más apetece. Si las tapas son buenas, seguro que el resto de la comida también. Ah, pero al precio de Andalucía.

Después de esta semana dedicada a la investigación nos apetece un potaje de garbanzos pero que no sea muy pesado, un potaje sin chorizo. No os asustéis, está bueno.

Ingredientes: Garbanzos, espinacas, tomate, cebolla, huevo, jamón y pimentón.


Los ingredientes son los de casi siempre




1
2
3
4
Primero. Cortamos la cebolla en trozos pequeños y la ponemos a sofreir. Le añadimos un poco de pimentón. Pasados unos minutos agregamos el tomate rayado o triturado de bote (seguro que optáis por la segunda opción). Poco después ponemos los               taquitos de jamón.
Segundo. Llega el momento de añadir las espinacas. Aunque os parezca que una bolsa es una exageración estáis muy equivocados. Las espinacas menguan muchíííísimo. Las vamos echando poco a poco, pues todas a la vez no caben. 

En la bolsa dice que ya están limpias. Hacemos caso
Tercero. Abrimos el bote de garbanzos, (realmente es lo más difícil de toda la receta), los escurrimos, limpiamos un poco y a la cazuela.

Acabados de echar

Removidos con los ingredientes y un poco de colorante
Cuarto. Añadimos el agua templada y dejamos que hiervan entre 10 y 15 minutos (o más). Un poco antes de servir abrimos un huevo y mientras todo hierve lo removemos. Cuajará en un plis-plas. Servimos y comemos.

A punto de comenzar la ebullición

A falta del huevo, el plato está finalizado
Como casi siempre se nos ha olvidado hacer la foto del plato acabado y servido, lo que ahora se llama el emplatado. Pero como sois muy listos, lo podéis visualizar sin problemas. Aunque parezca un plato tonto, está buenísimo y es bastante saludable.

Hasta la próxima.