viernes, 8 de abril de 2016

Potaje "light"

¿Dónde está el truco? Nada que no hay manera, "Cocina para novatos" acaba de volver del Sur de España tras realizar un trabajo de campo sin encontrar la solución a la pregunta que nos ronda por la cabeza desde hace años. ¿Cómo es posible que en el Sur pidas una cerveza, te pongan una tapa, y aún así la consumición te salga más barata que en el Norte?. Y no estamos hablando de unas patatas de bolsa o unas aceitunas, nos referimos a un platito de magro con tomate, boquerones, pincho, calamares, paella... o sea, tapas de cocina. Así da gusto tomarse unas cuantas cervecitas. 

Cocina para novatos propone al Ministerio correspondiente (¡no hay uno dedicado a la hostelería con la de riqueza y puestos de trabajo que genera este sector!) que obligue a los bares, tascas, terrazas, etc, a poner un cartel bien grande en sitio visible que indique si sirven tapa con la bebida. Es fundamental saberlo antes de sentarse en la mesa. No se puede ir a ciegas en un tema tan delicado. Ahí nos podríamos dar cuenta de la verdadera calidad del local, del cocinero. Sería una forma de dignificar una profesión a la que se le está perdiendo el respeto. Todo el mundo no vale para llevar un bar y la forma más fácil de comprobarlo sería degustando una tapita con una cerveza bien fresca. Llega el calor y es lo que más apetece. Si las tapas son buenas, seguro que el resto de la comida también. Ah, pero al precio de Andalucía.

Después de esta semana dedicada a la investigación nos apetece un potaje de garbanzos pero que no sea muy pesado, un potaje sin chorizo. No os asustéis, está bueno.

Ingredientes: Garbanzos, espinacas, tomate, cebolla, huevo, jamón y pimentón.


Los ingredientes son los de casi siempre




1
2
3
4
Primero. Cortamos la cebolla en trozos pequeños y la ponemos a sofreir. Le añadimos un poco de pimentón. Pasados unos minutos agregamos el tomate rayado o triturado de bote (seguro que optáis por la segunda opción). Poco después ponemos los               taquitos de jamón.
Segundo. Llega el momento de añadir las espinacas. Aunque os parezca que una bolsa es una exageración estáis muy equivocados. Las espinacas menguan muchíííísimo. Las vamos echando poco a poco, pues todas a la vez no caben. 

En la bolsa dice que ya están limpias. Hacemos caso
Tercero. Abrimos el bote de garbanzos, (realmente es lo más difícil de toda la receta), los escurrimos, limpiamos un poco y a la cazuela.

Acabados de echar

Removidos con los ingredientes y un poco de colorante
Cuarto. Añadimos el agua templada y dejamos que hiervan entre 10 y 15 minutos (o más). Un poco antes de servir abrimos un huevo y mientras todo hierve lo removemos. Cuajará en un plis-plas. Servimos y comemos.

A punto de comenzar la ebullición

A falta del huevo, el plato está finalizado
Como casi siempre se nos ha olvidado hacer la foto del plato acabado y servido, lo que ahora se llama el emplatado. Pero como sois muy listos, lo podéis visualizar sin problemas. Aunque parezca un plato tonto, está buenísimo y es bastante saludable.

Hasta la próxima.


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