¡Voy a matricularme al gimnasio! Quién no ha hecho esta promesa cuando se acerca el fin de año tras llevar unas cuantas comilonas entre pecho y espalda. Muchísimos son los que de cara al año entrante aseguran que van a perder unos kilos, que van a hacer más deporte y comerán más sano para recuperar su tipo de siempre y así poder mirarse al espejo sin tener que agachar la cabeza.
"Cocina para novatos" os da todo el apoyo: Animo campeones, pero también os dice: No os engañéis, os matricularéis, pagaréis la primera cuota, os compraréis ropa deportiva informal, iréis unos días, a los sumo una quincena, pero cuando volváis a la rutina de siempre..., lo dejareis. Ojala nos equivoquemos, pero las estadísticas en este tema no engañan. El 85% de los que se matriculan en un gimnasio en enero no acuden ni un mes, falta saber si el otro 15% son los que continúan o sencillamente los que ni empiezan.
Aún así, no desesperéis, si realmente deseáis perder peso, volver a la talla que tenías hace 5 ó 10 años y mirar al espejo de "tú a tú" hay otras soluciones sin tener que acudir a esas salas infernales a practicar el Body tonic (no es una nueva clase de gin tonic), el Power pump (¿?), el Cardio box (que mal suena esta mezcla de baile moderno y boxeo), Aeromix (se ve que es una mezcla de gimnasia con bailes que no sean regionales), el Aerostep (subir y bajar un escalón pero en fino) y cientos de modalidades más que hacen que el Yoga y el Pilates sean vistas como prehistóricas. "Cocina para novatos" se autocapacita moralmente para afirmar, sin necesidad de recurrir a ningún estudio científico, que para encontrarse bien y bajar alguna talla, tan sólo es necesario comer sano, reduciendo eso sí un poco la cantidad y moverse algo más. Alguien ha pensado alguna vez la cantidad de ejercicios que se pueden hacer en la vida habitual, normal (no los aeromix-tep-cicling-poying de los gimnasios) para quemar calorías y que últimamente se han "abandonado". Ejemplos: Subir y bajar las escaleras del trabajo o de casa (subir con la compra a un tercero o cuarto piso seguro que equivale a hacer pesas). Ir a los sitios andando, sí, no es necesario siempre coger el coche (a los gimnasios también se puede ir caminando) y como no, otro "ejercicio" que ya nadie recuerda: olvidarse del mando a distancia de la tele. Pensad las abdominales que haríamos si cada vez que quisiéramos cambiar de canal o subir o bajar el volumen nos levantáramos. En unos meses todos sílfides.
Bueno, las ganas que tengáis cada uno de hacer ejercicio es cosa vuestra, y no es nuestro tema, lo que sí que nos importa es que intentéis hace la receta que os proponemos: conejo y pollo con verduras. Fácil y sana. Ya veréis.
Los ingredientes que utilizaremos serán 1/2 conejo y unas alas de pollo que habían por el congelador. Evidentemente si en vez de alas ponéis muslos mucho mejor. La verdura va a ser muy variada, empezando por nuestros habituales tomate y cebolla, para seguir con unas alcachofas, guisantes, zanahorias y champiñones. Para añadir un toque más potente echaremos un vasito de brandy y unas hierbas.
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La carne ya salpimentada |
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Las verduras antes de cortarlas |
Primero. Salpimentamos la carne y la sofreimos un poco. Lo que los entendidos dicen que es sellarla para que no pierda los jugos. (Vale, les haremos caso).
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Cuando cogió este color la reservamos |
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Por dentro está cruda |
Segundo. En el mismo aceite sofreimos la cebolla, y cuando esté "pochada", echamos la zanahoria y las alcachofas. Que se tomen su tiempo.
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Cuando la cebolla lo pida, se añaden las zanahorias
y las alcachofas |
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Aunque no se ha dicho, la cebolla,
evidentemente hay que cortarla |
Tercero. Una vez la alcachofa haya estado unos minutos al fuego, ponemos el tomate y añadimos la carne.
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Ya es el momento del tomate y la carne |
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El chorro de brandy le dará su toque |
Cuarto. Cuando ya esté la carne y el tomate en la cazuela le echaremos un buen chorro de brandy (opcional) y añadiremos hierbas aromáticas. Dejaremos que el alcohol se evapore (un par de minutos) y ya casi está.
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El romero y el tomillo le dan carácter al plato |
Quinto. El último paso es añadir los champiñones y los guisantes. Se tapa la cazuela y después de unos 30 minutos, a servir.
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Los champiñones al principio abultan mucho, luego reducen |
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El tiempo puede variar, pero nunca menos de 20 minutos |
El resultado final: Buenísimo, y ya habéis visto, súper fácil.
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Como siempre, las fotos no hacen justicia al plato |
Bueno amigos, que las fiestas sigan bien. Comed todo lo que queráis o podáis que en enero comenzaremos la operación bikini, o por lo menos lo intentaremos.
Hasta la próxima.