domingo, 27 de diciembre de 2015

Megamix de conejo, pollo y verduras

¡Voy a matricularme al gimnasio! Quién no ha hecho esta promesa cuando se acerca el fin de año tras llevar unas cuantas comilonas entre pecho y espalda. Muchísimos son los que de cara al año entrante aseguran que van a perder unos kilos, que van a hacer más deporte y comerán más sano para recuperar su tipo de siempre y así poder mirarse al espejo sin tener que agachar la cabeza.

"Cocina para novatos" os da todo el apoyo: Animo campeones, pero también os dice: No os engañéis, os matricularéis, pagaréis la primera cuota, os compraréis ropa deportiva informal, iréis unos días, a los sumo una quincena, pero cuando volváis a la rutina de siempre..., lo dejareis. Ojala nos equivoquemos, pero las estadísticas en este tema no engañan. El 85% de los que se matriculan en un gimnasio en enero no acuden ni un mes, falta saber si el otro 15% son los que continúan o sencillamente los que ni empiezan.

Aún así, no desesperéis, si realmente deseáis perder peso, volver a la talla que tenías hace 5 ó 10 años y mirar al espejo de "tú a tú" hay otras soluciones sin tener que acudir a esas salas infernales a practicar el Body tonic (no es una nueva clase de gin tonic), el Power pump (¿?), el Cardio box (que mal suena esta mezcla de baile moderno y boxeo), Aeromix (se ve que es una mezcla de gimnasia con bailes que no sean regionales), el Aerostep (subir y bajar un escalón pero en fino) y cientos de modalidades más que hacen que el Yoga y el Pilates sean vistas como prehistóricas. "Cocina para novatos" se autocapacita moralmente para afirmar, sin necesidad de recurrir a ningún estudio científico, que para encontrarse bien y bajar alguna talla, tan sólo es necesario comer sano, reduciendo eso sí un poco la cantidad y moverse algo más. Alguien ha pensado alguna vez la cantidad de ejercicios que se pueden hacer en la vida habitual, normal (no los aeromix-tep-cicling-poying de los gimnasios) para quemar calorías y que últimamente se han "abandonado". Ejemplos: Subir y bajar las escaleras del trabajo o de casa (subir con la compra a un tercero o cuarto piso seguro que equivale a hacer pesas). Ir a los sitios andando, sí, no es necesario siempre coger el coche (a los gimnasios también se puede ir caminando) y como no, otro "ejercicio" que ya nadie recuerda: olvidarse del mando a distancia de la tele. Pensad las abdominales que haríamos si cada vez que quisiéramos cambiar de canal o subir o bajar el volumen nos levantáramos. En unos meses todos sílfides.

Bueno, las ganas que tengáis cada uno de hacer ejercicio es cosa vuestra, y no es nuestro tema, lo que sí que nos importa es que intentéis hace la receta que os proponemos: conejo y pollo con verduras. Fácil y sana. Ya veréis.

Los ingredientes que utilizaremos serán 1/2 conejo y unas alas de pollo que habían por el congelador. Evidentemente si en vez de alas ponéis muslos mucho mejor. La verdura va a ser muy variada, empezando por nuestros habituales tomate y cebolla, para seguir con unas alcachofas, guisantes, zanahorias y champiñones. Para añadir un toque más potente echaremos un vasito de brandy y unas hierbas.

La carne ya salpimentada

Las verduras antes de cortarlas

Primero. Salpimentamos la carne y la sofreimos un poco. Lo que los entendidos dicen que es sellarla para que no pierda los jugos. (Vale, les haremos caso).

Cuando cogió este color la reservamos



Por dentro está cruda












Segundo. En el mismo aceite sofreimos la cebolla, y cuando esté "pochada", echamos la zanahoria y las alcachofas. Que se tomen su tiempo.

Cuando la cebolla lo pida, se añaden las zanahorias
 y las alcachofas


Aunque no se ha dicho, la cebolla,
evidentemente hay que cortarla















Tercero. Una vez la alcachofa haya estado unos minutos al fuego, ponemos el tomate y añadimos la carne. 

Ya es el momento del tomate y la carne
El  chorro de brandy le dará su toque
 
Cuarto. Cuando ya esté la carne y el tomate en la cazuela le echaremos un buen chorro de brandy (opcional) y añadiremos hierbas aromáticas. Dejaremos que el alcohol se evapore (un par de minutos) y ya casi está.

El romero y el tomillo le dan carácter al plato

Quinto. El último paso es añadir los champiñones y los guisantes. Se tapa la cazuela y después de unos 30 minutos, a servir.

Los champiñones al principio abultan
 mucho, luego reducen
El tiempo puede variar, pero nunca
 menos de 20 minutos


El resultado final: Buenísimo, y ya habéis visto, súper fácil.


Como siempre, las fotos no hacen justicia al plato

Bueno amigos, que las fiestas sigan bien. Comed todo lo que queráis o podáis que en enero comenzaremos la operación bikini, o por lo menos lo intentaremos.

Hasta la próxima.





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