martes, 17 de noviembre de 2015

Alubias con almejas

¡Ponen tapa! Seguro que a los que vivís en Andalucía cuando vais hacia el norte lo primero que os llama la atención es que en los bares no ponen tapa. Así es señores. No se sabe cuál es el motivo o si hay una razón histórica, pero una vez pasas Puerto Lumbreras ya es casi imposible encontrar un bar en el que, sin pedirla ni pagarla, te sirvan una tapa. ¿Por qué? ¿Los bares andaluces pagan menos impuestos? ¿Hay realmente más cultura de bar? ¿No piensan en hacerse ricos en cuatro días?

Faltan estudios serios al respecto. "Cocina para novatos" ha de reconocer que ni siquiera tiene una teoría. Sólo puede afirmar que en cualquier lugar, el bar, local, que sirviera una tapa en condiciones cuando pides una cervecita, arrasaría. Todos los que hemos viajado a Andalucía y sobre todo a los pueblos de interior, hemos "alucinado" con el hecho de que con tres cañitas cenas. Tapas de magro con tomate, pescaíto, oreja, sangre, tortilla... es alucinante. ¿Por qué esto no se puede repetir en otros lugares?. Misterio sin resolver. Quien tenga alguna teoría que nos la haga llegar.

Mientras le damos vueltas al tema vamos a preparar unas alubias con almejas que quitan el hipo. Los ingredientes son los de siempre: cebolla, pimiento verde, vino blanco, ajo, perejil, tomate, bote de alubias y almejas (también se puede hacer con chirlas; con berberechos no creo que salieran muy buenos pero si queréis probar, vosotros mismos).

Primero: Vamos a limpiar las almejas (se trata de quitar toda la arena). En internet hay muchas versiones de cómo hacerlo. La que nosotros hacemos y da buen resultado es la siguiente: Las dejamos un rato en agua fía y sal en la nevera. Luego les damos unos fuertes meneos  bajo el grifo. Ahora ya podemos cocinarlas. Las ponemos con un poco de agua y que se abran. Una vez abiertas las separamos de las conchas y reservamos por un lado el caldito y por otro la molla de las almejas. Las conchas ya podéis tirarlas.








Segundo: Cortamos la cebolla y el pimiento verde en trocitos pequeños. Ponemos a sofreir, siguiendo el orden habitual: cebolla y luego el pimiento. A ojímetro, pero sin que se queme.

Se parecen, pero no son los del otro día
El cuchillo es para comparar el
tamaño de los trocitos










Tercero:  Ahora viene lo más novedoso. Ponemos el caldito de las almejas en un bol para batidora, añadimos perejil, ajo (poco) y unas pocas alubias (para que la mezcla quede espesita). Batimos.

Es la primera vez que usamos la batidora


Cuarto: Al sofrito de cebolla y pimiento le añadimos un chorrito de vino blanco. El que encontréis por casa. Cuando ya se haya consumido el alcohol, podéis poner el tomate. 


Un par de minutos y el alcohol
 ha desaparecido.


Quinto: Una vez el tomate ha sofrito un poco, echamos las alubias y la picada. Que cueza todo durante unos minutos (de 10 a 15) y justo al final ponéis las almejas. Un meneo, y ya está.



Las alubias son de bote, como
 habéis visto


La picaeta es lo que le da el verdadero sabor

Si habéis seguido los pasos que os hemos indicado, deberá haberos quedado una cosa así. Como siempre, de un día para otro también aguanta muy bien. 

Lástima que no podáis olerlo
Bueno hasta la próxima. Id averiguando por qué sólo ponen tapa en el sur. Ojo, los cacahuetes y las patatas blandas de bolsa no cuenta como tapa. 











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