Se pasan con el agua. Cuántas veces vais por la calle y entráis a un bar, una cafetería o a una heladería a comprar una botellita de agua. Pues bien, seguro que habitualmente os cuesta un euro. Ahora párate a pensar. Por una botella de 1/3 o de 1/2 litro pagas un euro y te parece de lo más normal. Eso quiere decir que un litro serían dos euros, no hace falta calculadora para saberlo. El debate que os planteo es ¿cómo es posible que sea mucho más cara que la gasolina?.
Está claro que la materia prima, el agua, es lo más barato, lo que encarece el producto final es el envasado, los controles sanitarios, el transporte, los impuestos y el margen de beneficio de todos los que han intervenido. Hasta ahí todo correcto. Pero, ¿es que la gasolina no paga impuestos, el petróleo no dicen que es tan caro, la transformación no es un proceso laborioso, las multinacionales son ahora ONG's y no buscan beneficio?. Entonces cómo es que la gasolina es más barata que el agua. No será que es un producto en el que los vendedores abusan con el precio. Y si ahora que habéis leído esto os quedáis pensativos, vamos más allá. Los que seáis habituales de la noche, ¿cuánto os clavan por una botella de agua en una discoteca o un pub?. Los que viajéis en avión, ¿cuánto pagáis por una botellita en un areopuerto?, o si ir tan lejos, en una máquina de bebidas de un hospital, de una estación, de un.... ¿No creeis que se pasan un poco?. El mercado es libre, correcto, pero todo en su justa medida. Además me queda la sensación que todo el mundo se ha puesto de acuerdo para que la botella valga un euro, independientemente de si es de 1/3 ó de 1/2 litro. ¿También hay un lobby de vendedores de botellitas?
Bueno menos rollo y vamos a cocinar. Hoy prepararemos una longaniza de pueblo con salsa de cebolla. Fácil, no, lo siguiente.
Los ingredientes son muy pocos: la longaniza fresca, cebollas (2 ó 3, a vuestro gusto), un par de ajos y un poco de pimienta. Para espesar la salsa pondremos un poco de Maicena y para darle sabor como no tenemos nada de caldo, añadiremos un cuarto de pastilla de caldo concentrado (opcional).
Primero. Poner el aceite a calentar y sofreir la longaniza.
Bueno menos rollo y vamos a cocinar. Hoy prepararemos una longaniza de pueblo con salsa de cebolla. Fácil, no, lo siguiente.
Los ingredientes son muy pocos: la longaniza fresca, cebollas (2 ó 3, a vuestro gusto), un par de ajos y un poco de pimienta. Para espesar la salsa pondremos un poco de Maicena y para darle sabor como no tenemos nada de caldo, añadiremos un cuarto de pastilla de caldo concentrado (opcional).
Esto y poco más |
Primero. Poner el aceite a calentar y sofreir la longaniza.
Mientra se frie la longaniza, cortamos la cebolla |
Segundo. Lo más difícil de la receta es dar la vuelta a la longaniza sin que se "descontrole".
Una vez frita, la reservamos |
Prueba conseguida. Le dimos la vuelta sin descomponer la forma |
Tercero. En el mismo aceite sofreímos la cebolla a fuego lento. No hay prisa. Mientras preparamos una mezcla de agua con una cucharadita de Maicena y un trocito de pastilla de caldo concentrado.
Parece que haya mucha pero reduce bastante |
Si tenéis caldo, mejor, pero la pastillita da buen resultado |
Cuarto. Cuando la cebolla esté comenzando a dorarse, añadimos la longaniza y la mezcla líquida. Dejamos unos veinte minutos al fuego con la cazuela tapada y ya está.
Lástima que no podáis olerlo |
Unos veinte minutos, pero cuidado de que no se queme |
Ya está. Espectacular. |
Bueno, si en vuestro súper habitual no encontráis este tipo de longaniza usad la longaniza o salchicha fresca que encontréis, de todas maneras estará muy buena.
Como habéis visto es imposible hacerlo más fácil.
Hasta la próxima.
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