jueves, 5 de noviembre de 2015

Macarrones con o sin longanizas

VERGONZOSO. Vengo del súper concienciado con la problemática de todos los que están obligados a comer alimentos sin gluten. Os cuento. Por error he cogido un paquete de medio kilo de macarrones sin gluten. El envase era muy similar y, lo reconozco, me he equivocado. Luego en casa me he dado cuenta, entonces me he acordado de una entrevista que oí hace unos días sobre el precio de este tipo de alimentos así que he ido a ver el ticket. VAYA ROBO: 2,20 euros. Casi cuatro veces más que un paquete "normal".

Ahora entiendo porque estas personas están tan indignadas. Señores políticos, "Cocina para novatos" les pide, no les exige, que se lo hagan mirar. ¿Cómo pueden tener la cara tan dura para subvencionar todo tipo de chorradas, asociaciones de sus amigos, clubes de fútbol, muñecas que hablan gallego, estudios sobre el estrés de los peces en cautividad, embajadas autonómicas, aeropuertos sin aviones, un documental sobre la velocidad punta del caracol canario, películas deprimentes, investigaciones sobre la diferencia entre la boina y la txapela, cursos de liderazgo para concejales,... y siguen permitiendo que muchas familias paguen unos precios escandalosos por la comida habitual?. 

Tanto hablar del IVA cultural y resulta que estos alimentos están gravados con el 21%. ¿Estamos locos o qué? ¿Cuándo un plato de pasta se ha convertido en un artículo de lujo?. No estamos ante una tontería, hay muchísima gente que padece este tipo de enfermedades y ustedes les han dado la espalda, y lo más sorprendente: ninguno de los partidos que se presentan a las elecciones parece que vayan a incorporar alguna solución a esta problemática en sus programas electorales. A lo mejor si esta enfermedad sólo afectara a los catalanes sí que se hablaría de ella. Imaginaros un "Salvados" entrevistando a unos espaguetis de trigo de Albacete y a unos tallarines sin gluten de Girona. Seguro que rompe la audiencia y sirve para que de una vez por todas se ayude de alguna manera a las familias que sufren esta enfermedad.

Y como hoy la cosa va de pasta vamos a preparar unos macarrones. En esta ocasión con longanizas pero sin que parezcan longanizas. Empezamos. Los ingredientes los habituales: tomate, cebolla, macarrones y longanizas.

Todos fáciles de encontrar

Primero: Quitamos la piel, la tripa a las longanizas, las partimos en trozos medianos y las ponemos a freir. La diferencia entre hacerlos con carne picada y longaniza es porque estas llevan más especias que le dan un sabor diferente. Es cuestión de ir cambiando, para que siempre no sea lo mismo.


Con dos longanizas por persona vas más que sobrado

Segundo: Cuando las longanizas, o mejor dicho, la carne de las longanizas esté medio frita se retira de la cazuela. En ese aceite pondremos la cebolla cortada. 





Tercero: Cuando la cebolla haya adquirido la textura adecuada ponemos el tomate y esperamos un par de minutos. Es el momento de volver a echar la carne y que se mezclen los sabores.




Cuarto: Ni que decir tiene que mientras esto sucede, en otra olla prepararemos la pasta. Si la queréis más dura, menos tiempo, y si os gusta más "pastosa" pues más tiempo. No hay secretos.

Quinto: Se enfría la pasta y se mezcla todo junto. Como esta comida es para el día siguiente, el queso y el orégano lo pondremos cuando vayamos a calentarla.



Debe quedar algo como esto. Les falta el queso


Como habéis podido comprobar una receta de los más fácil. Además la pasta nunca falla. Pero si aún así tampoco os lanzáis, que sepáis que en los supers venden platos precocinados de todo tipo de comidas. Sólo hay que calentarlos al microondas. 

Un saludo a los nuevos amigos de Nueva Zelanda. Adeu

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