¿Eres un talibán de la paella? Si no habéis podido ver el vídeo de promoción del arroz Dacsa en el que un joven valenciano está a punto del suicidio por no saber cocinar la paella valenciana, no os lo perdáis. Es buenísimo. Os lo paso y seguro que os divertís un rato.
Y esto viene a que esta mañana he podido presenciar otra de las discusiones más absurdas del mundo, no estoy hablando de la independencia de Cataluña, se enfrentaban un talibán de la auténtica paella valenciana, contra un "innovador".
La discusión prometía porque ninguno daba el brazo a torcer, por parte del fundamentalista se repetían los mismos argumentos de siempre: El agua tiene que ser de Valencia, la madera de naranjo, el arroz de la Albufera. Nada de alcachofa, la verdura sólo judias, garrofón y como concesión máxima se podía poner algo de pimiento. La carne de pollo y conejo, la costilla de cerdo sabe demasiado y el pato la hace blanda. Caracoles, no es un crimern, pero son accesorios. Por su parte el innovador defendía que la paella valenciana estaba abierta a muchos más ingredientes. Lo del agua es una chorrada, la madera, ¿pero quién puede cocinar hoy en día así?, alcachofas, guisantes y pimiento, super-permitidos. Y carne..., con lo buena que está la costilla.
En un momento el debate se ha centrado en la costilla y en eso ha mediado un tercero que estaba buscando algo en el móvil. "Mirad" y les ha mostrado unas fotos que hizo a una paella valenciana en un local de Londres. Paella con chorizo y coliflor; y eso no es nada, luego han seguido buscando hasta encontrar paella con huevos y patatas fritas, con espárragos, con frankfurts, croquetas de paella, etc. La discusión primera se ha acabado, ahora todos estaban indignados. Rápido. Otro carajillo para pasar el sofoco.
La verdad es que cada uno es muy libre de hacer la paella como quiera, pero de ahí a utilizar coliflor, chorizo..., y querer "venderla" como paella valenciana hay un abismo. "Cocina para novatos" ha sido testigo directo hace bien poco de uno de los "timos" más graciosos que se puede hacer a unos clientes. En un restaurante se anunciaban varios tipos de paellas, y en la puerta había unas fotos de los platos; pues bien en la imagen del plato de paella marinera habían colocado en el centro un frankfurt cortado como si fuera un pulpito. Algo surrealista, pero de ridículo que era hacía gracia. El franckfurt pulpo era algo así. Pues, sin probarlo, ya podéis imaginar cómo sería el arroz.
Que la paella es uno de los platos más maltratados es algo que no admite dudas, pero también es cierto que no es el único. Seguro que también hay mil versiones, más que discutibles, del cocido, del pulpo a la gallega, del gazpacho, de la fideuá, etc. Precisamente hoy vamos a preparar una fideuá en poco más de 20 minutos. Sencillísima y que nos perdonen los puristas. Eso sí no vamos a poner nada raro, como siempre, los ingredientes son básicos: Gambas, pimiento, cebolla, tomate, ajo, fideos, colorante, calamar y caldo (evidentemente de tetrabrick).
Más o menos lo de siempre |
Tercero: Ponemos el calamar cortado (evidentemente, mejor calamar que sepia, pero si no tenéis a mano calamar, la sepia también da juego). Llevamos 11 minutos.
Cuarto: Cuando el calamar esté a punto ponemos el tomate. Mejor si es natural que de bote, aunque a nosotros como hoy vamos mal de tiempo nos vale con el de lata. Llevamos 13 minutos.
Quinto: Echamos los fideos. Para fideos, gustos. Hay quien dice que deben ser finos y así con el vapor se ponen de punta. Otros piensan que largo y grueso, pero nosotros usamos uno torcido y con agujero, básicamente porque es el que venden en "nuestro" supermercado. Removemos un poco, según dicen los expertos para que el fideo se sofría un poco y luego no se pegue. Llevamos 15 minutos.
Horror, ahora nos hemos dado cuenta que nos hemos dejado los guisantes. Bueno, si tenéis cerca, ponedlos ahora, da igual que aún estén congelados |
Sexto: El caldo lo teníamos hirviendo. De nuevo utilizamos tetrabrik de pescado (se supone pues en el paquete hay fotografiada una cigala) y lo hemos mezclado con un poco de caldo de los mejillones que hemos preparado antes para picar. Unos 10 minutos más al fuego, y ya está.
Debe quedar algo así. Los mejillones no son de adorno, también se pueden comer |
Aún nos han sobrado dos minutos para bebernos una cerveza fresquita y comernos los mejillones al vapor. Bestial. Esta fideua no es muy ortodoxa, pero con un poco de ali-oli está estupenda. Animaros a probarla. Los novatos totales veréis que para lo fácil que es da mucho juego.
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